María Isoliett Iglesias llama a las cosas por su nombre y no le tiembla el pulso para adentrarse de lleno en la noticia, por dura que esta pueda resultar. Así lo ha demostrado en sus dos últimos trabajos, publicados ambos por Ediciones B, Y nos comimos la luz y Me tiraste la hembra pa’l piso. Ahora, en compañía de Deivis Ramírez Miranda —otro acucioso periodista de sucesos y experto en violencia y narcotráfico— se arriesgan con la delicada historia del asesinato de la actriz y reina de belleza, Mónica Spear, y de su pareja. Una muerte que conmocionó a todo un país, que recibía el nuevo año entre lágrimas, y que volvía a corroborar la gravedad del flagelo de la inseguridad nacional. Los autores de este libro saben abordar la noticia desde todas sus aristas. Los reconocimientos recibidos por ambos dan prueba de esto. Solo ellos serían capaces de asumir la investigación de esta historia con el respeto que merece. Y lo consiguen… Porque este libro solo pretende desentrañar las lagunas del caso Spear. Y lo consigue, también. Es un documento necesario y de imprescindible lectura para conocer a los familiares de las víctimas, a las autoridades encargadas del caso y a los delincuentes que perpetraron el robo, y posterior asesinato. Todos tienen cabida en estas páginas que buscan esclarecer la dolorosa historia de un adiós, de un capítulo final.