Durante los últimos treinta y cinco años, Entre padres e hijos ha permitido que millones de padres alrededor del mundo fortalezcan las relaciones con sus hijos. Escrito por el célebre psicólogo Dr. Haim Ginott, este libro revolucionario brinda consejos y enseñanzas para educar a los hijos de forma cariñosa y disciplinada a la vez. Con más de 5 millones de ejemplares vendidos mundialmente, esta guía clásica e indispensable ahora en una edición actualizada está repleta de lecciones que le enseñarán cómo: Disciplinar sin amenazas, sarcasmo, ni castigos Criticar sin degradar y elogiar sin juzgar Reconocer las emociones, opiniones e ideas de su hijo en vez de argumentar contra ellas Inculcar un sentido de responsabilidad en cada faceta de la vida de su hijo: desde las tareas del hogar y de la escuela hasta el cuidado de las mascotas y de hermanos menores
Durante los últimos treinta y cinco años, Entre padres e hijos ha permitido que millones de padres alrededor del mundo fortalezcan las relaciones con sus hijos. Escrito por el célebre psicólogo Dr. Haim Ginott, este libro revolucionario brinda consejos y enseñanzas para educar a los hijos de forma cariñosa y disciplinada a la vez. Con más de 5 millones de ejemplares vendidos mundialmente, esta guía clásica e indispensable ahora en una edición actualizada está repleta de lecciones que le enseñarán cómo: Disciplinar sin amenazas, sarcasmo, ni castigos Criticar sin degradar y elogiar sin juzgar Reconocer las emociones, opiniones e ideas de su hijo en vez de argumentar contra ellas Inculcar un sentido de responsabilidad en cada faceta de la vida de su hijo: desde las tareas del hogar y de la escuela hasta el cuidado de las mascotas y de hermanos menores
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Overview
Durante los últimos treinta y cinco años, Entre padres e hijos ha permitido que millones de padres alrededor del mundo fortalezcan las relaciones con sus hijos. Escrito por el célebre psicólogo Dr. Haim Ginott, este libro revolucionario brinda consejos y enseñanzas para educar a los hijos de forma cariñosa y disciplinada a la vez. Con más de 5 millones de ejemplares vendidos mundialmente, esta guía clásica e indispensable ahora en una edición actualizada está repleta de lecciones que le enseñarán cómo: Disciplinar sin amenazas, sarcasmo, ni castigos Criticar sin degradar y elogiar sin juzgar Reconocer las emociones, opiniones e ideas de su hijo en vez de argumentar contra ellas Inculcar un sentido de responsabilidad en cada faceta de la vida de su hijo: desde las tareas del hogar y de la escuela hasta el cuidado de las mascotas y de hermanos menores
Product Details
ISBN-13: | 9780307484321 |
---|---|
Publisher: | VINTAGE ESPAÑOL |
Publication date: | 12/10/2008 |
Sold by: | PENGUIN RANDOM HOUSE GRUPO EDITORIAL |
Format: | eBook |
Pages: | 288 |
File size: | 2 MB |
Language: | Spanish |
About the Author
Dr. Alice Ginott (1925–2015) was a noted clinical psychologist, psychotherapist, and author who conducted workshops with parents and teachers and lectured widely on parent-child relationships. She received her BA from Indiana University and her MA and PhD from the Graduate Faculty of the New School in New York. For her work, Dr. Ginott was presented with the Eleanor Roosevelt Humanities Award.
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¿CAPITULO 1LA CLAVE DE LACOMUNICACIÓN:CONVERSACIONES ENTREPADRES E HIJOSLAS PREGUNTAS DE LOS NIÑOS: LOS SIGNIFICADOS OCULTOSConversar con los niños es un arte único con sus propias reglas y significados. Los niños raramente son ingenuos en sus comunicaciones. Sus mensajes a menudo están en clave y hay que saber descifrarlos.Andrés, de diez años, le preguntó a su padre: ¿Cuántos ninos abandonados hay en nuestro barrio?.. El padre de Andrés, abogado, se alegraba de ver que su hijo se interesaba por los problemas sociales. Le dio una larga explicación sobre el asunto y entonces empezó a buscar una cifra. Pero Andrés no estaba satisfecho y siguió haciendo preguntas sobre la misma cuestión: ¿Cuantos ninos abandonados hay en toda la ciudad? ¿En todo el país? ¿En Europa? ¿En el mundo?Finalmente se le ocurrió que Andrés no estaba preocupado por un problema social, sino por uno personal. Sus preguntas provenían no tanto de una simpatía por los niños abandonados como del miedo a ser abandonado él mismo. No estaba buscando una cifra representativa del número de niños abandonados, sino la confianza en que él no sería abandonado. Así, el padre, reflejando la preocupación del niño, contestó: .Estás angustiado por que tus padres puedan abandonarte algún día tal como algunos padres hacen; te aseguro que noso-tros no te abandonaremos. Y si el tema te vuelve a preocupar, por favor dímelo para que yo te pueda tranquilizar..En su primera visita al parvulario, mientras su madre todavía estaba con ella, Ana, de cinco años, miraba los dibujos en la pared y preguntó en voz alta: ¿Quién ha hecho estos dibujos tan feos?.. La madre de Ana, avergonzada, miró a su hija con enojo, y le dijo rápidamente: .No digas que los dibujos son feos cuando son tan bonitos..La maestra, que había captado el significado de la pregunta, sonrió y dijo: .Aquí no tienes que hacer dibujos bonitos. Puedes hacer dibujos feos si te apetece.. Ana le dedicó una gran sonrisa, porque ahora tenía la respuesta a su pregunta oculta: ¿Qué pasa con una niña que no pinta muy bien?..Luego Ana cogió un coche de bomberos roto y preguntó altiva: ¿Quien ha roto este coche de bomberos?.. Su madre le contestó: ..Qué importa quién lo ha roto? Si no conoces a nadie aquí..A Ana realmente no le interesaban nombres: quería averiguar lo que pasaba con los niños que rompian juguetes. Entendiendo la pregunta, la maestra dio una respuesta apropiada: .Los juguetes son para jugar. A veces se rompen. Las cosas son así.. Ana se sintió satisfecha de que su habilidad interrogatoria le hubiera proporcionado la información necesaria: .Esta persona adulta es bastante simpática, no se enfada rápidamente, incluso cuando un dibujo sale mal o un juguete se rompe... No tengo que tener miedo, puedo quedarme aquí con tranquilidad.. Ana se despidió de su madre con la mano y fue hacia la maestra para empezar su primer día de parvulario.Carolina, de doce años, estaba tensa y llorosa. Su prima predilecta regresaba a su casa después de pasar el verano con ella. Desgraciadamente, la respuesta de su madre a la tristeza de Carolina no fue ni empática ni comprensiva.Carolina (con lágrimas en los ojos): Susana se va.Volveré a estar sola.Madre: No estés tan triste. Ya encontrarás otraamiga.Carolina: Estaré tan sola...Madre: Ya lo superarás.Carolina: ¡Ay, mamá! (Sollozos.)Madre: A tus doce años sigues siendo una niñamuy llorona.Carolina dirigió una mirada asesina a su madre y se encerró en su habitación. Este episodio debería haber tenido un final más feliz. Los sentimientos de un niño deben tomarse en serio, aunque la situación en sí no sea muy seria. Quizá a los ojos de la madre una separación al final del verano no es ni mucho menos una situación para derramar tantas lágrimas, pero no era necesaria una contestación tan falta de simpatía. La madre podría haber pensado: .Carolina está angustiada y la mejor manera de ayudarla es mostrarle que entiendo lo que le duele. ¿Cómo puedo hacerlo? Reflejándole sus sentimientos.. Entonces ella habría dicho una de las frases siguientes:.Te sentirás sola sin Susana...Ya la echas de menos...Es difícil estar separadas cuando estais tanacostumbradas a estar juntas...Estoy segura de que la casa debe de parecertealgo vacía sin Susana..Tales respuestas crean intimidad entre padre e hijo. Cuando los niños se sienten comprendidos, su sole-dad y su dolor disminuyen. Cuando se comprende a los niños, su amor por el padre o la madre se profundiza. La simpatía de un padre sirve de primeros auxilios emocionales para los sentimientos heridos.Cuando realmente reconocemos el estado de ánimo de una niña o un niño y verbalizamos su desilusión, a menudo adquiere fuerza para hacer frente a la realidad.Alicia, de siete años, había hecho planes para pasar la tarde con su amiga Lucía. De repente, recordó que tenía un entreno de voleibol aquella tarde y empezó a llorar.Madre: Ay, estás disgustada. Te hacía ilusiónjugar con Lucía esta tarde.Alicia: Sí. ¿Por qué no podemos entrenar otro día?Las lágrimas se secaron. Alicia llamó a su amiga Lucía y quedaron para otro día y acto seguido se cambió de ropa y se preparó para su entreno.La comprensión de la madre por la desilusión de su hija ayudaron a Alicia a asumir los conflictos y desilusiones inevitables de la vida. Ella identificó los sentimientos de Alicia y reflejó sus deseos sin quitarle importancia a la situación. No dijo: .¿Por qué te pones así? Ya jugarás con Lucía otro día. ¡No es para tanto!..Evitó a propósito los tópicos: .Pues no puedes estar en dos sitios a la vez.. Tampoco acusó ni culpó: ¿Cómo puedes haber quedado para jugar con una amiga cuando sabes que el miércoles es el dia de entreno ?..El breve diálogo siguiente ilustra cómo este padre redujo el enojo de su hijo simplemente al reconocer sus sentimientos y su queja.El padre de David, que trabaja de noche y cuida de la casa durante el día, mientras su esposa trabaja, volvió a casa del mercado y encontró a su hijo de ocho años de muy mal humor.Padre: Yo veo a un muchacho enfadado. De hecho, veo a un muchacho muy enfadado. David: Estoy enfadado. De hecho, estoy muy enfadado.Padre: ¿Ah?David (en voz muy baja): Te echaba de menos. Nunca estás en casa cuando llego del cole. Padre: Me alegro de que me lo digas. Ahora lo sé. Quieres que yo esté en casa cuando llegas del colegio.David abrazó a su padre y salió a jugar. El padre de David supo cambiar el humor de su hijo. No se puso a la defensiva explicando por qué no estaba en casa: .Tenía que ir a comprar. ¿Qué comerías si yo no comprara la comida?.. No preguntó: .¿Por qué estás tan enfadado?.. Por el contrarió, reconoció los sentimientos y la queja de su hijo.La mayoría de los padres no se dan cuenta de que es inútil intentar convencer a los hijos de que sus quejas son injustificadas, sus percepciones erróneas. Eso solo lleva a discusiones y enfados.Un día, Elena, de doce años, llegó de la escuela muy disgustada.Elena: Te vas a enfadar conmigo. Solo saquénotable en la prueba. Sé que tú quieres quesaque sobresalientes.Madre: Pero de verdad que no me importa.¿Cómo puedes decir algo semejante? No medisgusta nada tu nota. Pienso que un notableestá muy bien.Elena: Entonces ¿por qué siempre me gritascuando no consigo un sobresaliente?Madre: .Cuándo te he gritado? Tú estás decep-cionada, y me estás culpando a mí.Elena empezo a llorar y salio corriendo. Aunque la madre entendio que su hija la culpaba a ella en lugar de reconocer su propia decepcion, recalcarselo y discutir con ella no hizo que se sintiera mejor. Le habria ayudado mas si la madre hubiera reconocido la percepcion de su hija diciendo: .Te gustaria que tus notas no fueran tan importantes para mi. Quieres ser tu la que decide lo que es para ti una nota buena. Comprendo..No solo los ninos, tambien los desconocidos aprecian nuestra comprension benevola de sus dificultades. La senora Gomez cuenta que no le gusta ir a su banco: .Normalmente esta atestado y el gerente actua como si estuviera haciendome un favor simplemente por estar alli. Siempre que tengo que acercarme a el me pongo tensa.. Un viernes ella tenia que conseguir la firma del gerente en un cheque, se estaba poniendo nerviosa e impaciente mientras escuchaba el trato del gerente con los demas, pero entonces decidio intentar ponerse en su lugar y expresar su comprension reflejando y reconociendo sus percepciones: ..Otro viernes dificil! Todos estamos exigiendo su atencion. Aun no es ni mediodia. Yo no se como logra llegar al final de la jornada.. La cara del hombre se ilu-mino. Por primera vez ella le vio sonreir: .Ay, si, siempre hay ajetreo aqui. Todos quieren ser aten-didos primero. Y .en que puedo ayudarla?.. No solo firmo el cheque, sino que tambien la acompano al cajero para tramitarlo mas rapidamente.DIALOGOS INFRUCTUOSOS: SERMONEAR Y CRITICAR CREA DISTANCIA Y RESENTIMIENTOLos padres se sienten frustrados por los dialogos con los hijos porque no llevan a ninguna parte, tal como se demuestra en el famoso intercambio: ..Adonde fuiste?.. .Por ahi.. ..Que hiciste?. .Nada.. Los padres que intentan ser razonables, pronto descubren lo agotador que eso puede llegar a ser. Tal como comento una madre: .Yo intento razonar con mi hijo hasta hartarme, pero el no me escucha. Solo me oye cuando grito..Los hijos a menudo se resisten a los dialogos con los padres. Se resienten cuando se les predica, sermonea y critica. Piensan que los padres hablan demasiado. Dice David, de ocho anos, a su madre: .Cuando yo te hago una pregunta pequena, .por que me das una respuesta tan larga?.. A sus amigos les confiesa: .Yo no le digo nada a mi madre. Si empiezo con ella, no me queda tiempo para jugar..Un observador interesado, oyendo por casualidad una conversacion entre un padre y su hijo, notara con sorpresa lo poco que se escuchan. La conversacion suena a dos monologos, uno que consiste en criticas e instrucciones, y el otro en negaciones y suplicas. La tragedia de tal .comuni-cacion. estriba no en la falta de amor, sino en la falta de respeto; no en la falta de inteligencia, sino en la falta de habilidad.Nuestro lenguaje cotidiano no es adecuado para comunicar de una forma valida con los ninos. Para llegar a los hijos y reducir la frustracion paterna, necesitamos aprender una manera afectuosa de conversar con ellos.COMUNICAR PARA CONECTAR: RESPONDA A LOS SENTIMIENTOS DELOS NINOS, NO A SU CONDUCTALa comunicacion con los ninos debe basarse en el respeto y en la habilidad; requiere a) que los men-sajes conserven el amor propio tanto del nino como del padre; y b) que las afirmaciones de com-prension precedan a las de consejo o instruccion.Eric, de nueve anos, llego furioso a casa. La clase tenia previsto salir de picnic, pero estaba llo-viendo. Su padre decidio probar un nuevo enfo-que. Se abstuvo de utilizar los topicos que en el pasado solo habian empeorado las cosas: .Es inutil llorar por el mal tiempo. Otro dia ireis. Yo no tengo la culpa de que llueva, .sabes?, asi que .por que te enfadas conmigo?..En cambio el padre de Eric penso: .Mi hijo esta muy dolido por perderse la excursion. Esta defraudado y esta compartiendo su desilusion con-migo, mostrandome su enojo. Tiene derecho a sus emociones. Lo mejor que puedo hacer por el es mostrar comprension y respeto para con sus sentimien-tos.. Le dijo a Eric: .Me parece que estas muy defraudado..Eric: Si.Padre: Tenias muchas ganas de ir a ese picnic.Eric: Ya lo creo.Padre: Lo tenias todo a punto y entonces vinola maldita lluvia.Eric: Si, exacto.Hubo un momento de silencio y entonces Eric dijo: .Bueno, otro dia sera.. Su enojo parecia haber desaparecido y fue bastante colaborador durante el resto de la tarde. Normalmente cuando Eric llegaba enfadado a casa, provocaba a cada miembro de la familia, creando una situacion tensa, y no se recuperaba la paz hasta que no esta-ba finalmente dormido, y eso muy tarde. .Que tiene de tan especial este acercamiento?, y .cuales son sus componentes utiles?Cuando los ninos son presa de emociones fuertes, no pueden escuchar a nadie. No pueden aceptar ni con-sejos ni consuelo ni criticas constructivas. Quieren que comprendamos lo que les esta pasando por dentro, lo que ellos estan sintiendo en ese momento en particular. Ademas, quieren ser comprendidos sin tener que revelar todo lo que estan experimentando. Es un juego en que solo revelan un poco de lo que sien-ten; nosotros tenemos que adivinar el resto.Cuando una nina nos dice: .La maestra me ha gritado. no debemos pedirle mas detalles ni tam-poco hace falta decir: ..Que hiciste para merecerlo? Si la maestra te ha gritado, debes de haber hecho algo. .Que hiciste?.. Ni siquiera hace falta decir: .Ah, lo siento mucho.. Debemos mostrarle que entendemos su dolor, su verguenza y su enfado.Un dia Clara, de ocho anos, llego furiosa a casa: .Yo no vuelvo a la escuela..Madre: Pareces bastante disgustada. .Te gusta-ria explicarmelo?Clara: La maestra me rompio la hoja. Lo traba-je tanto y ella apenas lo miro y lo rompio. Madre: .Sin tu permiso? .No me extrana que estes tan enfadada!La madre se contuvo de hacer cualquier otro comentario o pregunta. Supo que su hija necesita-ba que le hablara con comprension y empatia para ayudarla a disminuir su rabia.Otro ejemplo: Juan, de nueve anos, volvio a casa de la escuela muy descontento, quejandose: .La maestra nos ha amargado el dia..Madre: Pareces agotado.Juan: Dos ninos estaban haciendo ruido en la biblioteca y ella no sabia quienes eran, asi que nos castigo a todos dejandonos casi todo el dia de pie en el pasillo.Madre: .Una clase entera de pie en el pasillo todo el dia en lugar de aprender! No me sor-prende que estes cansado.Juan: Pero yo le hable. Le dije: .Senorita, con-fio en su habilidad para descubrir quien ha hecho el ruido para que no tenga que castigar-nos a todos..Madre: .Cielos, un muchacho de nueve anos, ayudando a su maestra a comprender que no es justo castigar a una clase entera por el mal comportamiento de unos pocos!Juan: No funciono. Pero por lo menos ella son-rio por primera vez en todo el dia.Madre: Bueno, no conseguiste que cambiara de idea, pero si le mejoraste el humor.At escuchar, respetar los sentimientos de su hijo, re-conocer su percepcion y responder con aprecio a su intento de encontrar una solucion, la madre de Juan le ayudo a cambiar de humor y disminuir su enojo..Como sabemos lo que sienten nuestros hijos? Los miramos y los escuchamos. Tambien utiliza-mos nuestras propias experiencias emocionales.Sabemos lo que los ninos deben sentir cuando se les averguenza en publico en presencia de sus com-paneros.
Table of Contents
Prologo XIII
Introduccion 1
La clave de la comunicacion: conversaciones entre padres e hijos 5
Las preguntas de los ninos: los significados ocultos 5
Dialogos infructuosos: sermonear y criticar crea distancia y resentimiento 11
Comunicar para conectar: responda a los sentimientos de los ninos, no a su conducta 12
Principios de conversacion: comprension y empatia 21
Los peces nadan, los pajaros vuelan y las personas sienten: sentimientos ambivalentes y mensajes mixtos 27
Reflejar las emociones: reflejar los sentimientos de los ninos les ayuda a entender lo que sienten 30
El poder de las palabras: formas mas eficaces de animar y orientar 33
El elogio ya no es bueno para los ninos? 33
Como proporcionar orientacion en lugar de criticas 43
Cuando las cosas van mal, responda, no reaccione 44
Los adjetivos abusivos hacen daho a nuestros hijos 48
La comunicacion congruente: que las palabras encajen con los sentimientos 50
Manejar nuestro propio enfado 52
Tres pasos para sobrevivir 55
Como responder a un nino enfadado: el metodo es el mensaje 59
Resumen 64
Modelos contraproducentes: no existe unaforma correcta de hacer algo mal 65
La amenaza: invitacion a la mala conducta 65
Los sobornos: repensar la argucia de Si entonces 67
Las promesas: por que las expectativas poco realistas causan problemas para todos 68
El sarcasmo: una barrera del sonido para el aprendizaje 69
La autoridad pide brevedad: cuando menos es mas 70
Una politica sobre la mentira: como aprender a no estimularla 73
Tratar con la falsedad: un poco de prevencion vale mas que un monton de investigacion 77
Robar: aprender las lecciones de propiedad requiere tiempo y paciencia 79
Ensenar la cortesia sin ser grosero: maneras de cultivar los modales 81
Resumen 84
La responsabilidad: transmitir valores en lugar de exigir conformidad 85
El manantial de la responsabilidad 86
Metas deseables y practicas diarias 87
Programas a largo y a corto plazo 89
Curar las heridas emocionales del nino 90
Construir buenas relaciones con nuestros hijos 92
Reflejar los sentimientos de los ninos 94
Prevenir las uvas de la ira 97
Expresar los sentimientos y los pensamientos sin atacar 97
Opinion y opcion 100
Reuniones con el profesor: centrarse en ayudar al nino 120
Amigos y companeros de juego: supervisar el mundo social de su hijo 122
Favorecer la independencia de los ninos 124
La disciplina: encontrar alternativas eficaces al castigo 126
La incertidumbre paterna: la necesidad de mejores sistemas 129
Tres zonas de disciplina: fomentar, permitir y prohibir 135
Paternidad positiva: un dia en la vida de un nino 152
Empezar con buen pie 152
La tirania de los horarios: la hora punta 154
El desayuno: comer sin moralejas 155
Las quejas: tratar con la desilusion 158
Vestirse: la batalla del cordon 159
Ir al colegio: ayudar es mejor que sermonear 160
El regreso a casa: ofrecer una bienvenida calurosa 161
El regreso al hogar: reconectar al final del dia 162
La hora de acostarse: guerra o paz 163
El derecho paterno: no se requiere permiso de diversion 164
La television: los desnudos y los muertos 165
Los celos: la tradicion tragica 168
El acontecimiento no-tan-feliz: los hermanos lo sienten como una intrusion 169
El regreso a casa: presentar al intruso 171
Expresar los celos: las palabras son mejores que los sintomas 172
Palabras de comprension: como traspasar los celos 178
Calidad o igualdad: amar singularmente, no uniformemente 181
El divorcjo y las segundas nupcias: otra palestra para los celos 182
Algunas fuentes de angustia en los ninos: proporcionar seguridad emocional 185
La angustia por miedo al abandono: tranquilizar a traves de la preparacion 185
La angustia por culpabilidad: con un poquito basta 189
La angustia por desconfianza o impaciencia: proporcionar al nino espacio para crecer 191
La angustia debida a la friccion entre los padres: la guerra civil con consecuencias inciviles 192
La angustia por el final de una vida: un enigma velado de misterio 193
El sexo y los valores humanos: el manejo sensible de un asunto importante 198
La sensualidad de los padres 202
El inicio de los sentimientos sexuales 203
El sexo y el retrete 204
Contestar preguntas 205
El cuerpo desnudo 209
La masturbacion 209
Juegos prohibidos 210
Las palabrotas 212
La homosexualidad 212
La educacion sexual 214
Compartir experiencias sexuales 214
El amor maduro 216
En resumen: lecciones de orientacion para padres 218
La disciplina: permitir sentimientos pero limitar conductas 223
Es posible ser afectuoso y eficaz con los ninos 225
Epilogo
Como se puede ayudar a los ninos 235
Como tratan los psicoterapeutas con sus propios hijos 245
Bibliografia 253
Indice alfabetico 257
Acerca de los autores 264