Alejandro Espinosa repite el éxito de "El Legionario" con una descripción profunda y pícara del pícaro por excelencia y gran ilusionista, el Rev. Marcial Maciel, fundador de la orden religiosa católica de los Legionarios de Cristo.
El autor fue uno de los primeros "discípulos" de Maciel, personaje enigmático, astuto y manipulador quien desde la juventud ejerció su magia y logró encantar a un gran número de jóvenes generosos e idealistas. Alejandro preadolescente, como otros de su generación, fue iniciado por Maciel en la intimidad sexual y formó parte de lo que el mismo autor llama "el harén" del cura de Cotija.
Haciendo alarde de una memoria detallista, Alejandro Espinosa nos regala con una serie de pintorescas anécdotas que demuestran como el fundador de los Legionarios poseía el don de crear ilusiones, de hacer creer a los que le rodeaban que él, el pedófilo corrupto sin escrúpulos, fuera un sacerdote, un santo varón, un hombre de Dios, unido íntimamente a los sufrimientos de Jesucristo, inspirado por el Espíritu Santo con un mensaje transformador de la humanidad y la Iglesia Católica. La ilusión creada por Maciel se centraba en su actuación como un nuevo Cristo doliente, contemplativo y conquistador de almas. El seminarista fracasado se erigió en formador de futuros sacerdotes eficaces a nivel de toda la Iglesia Católica. En México, España, Irlanda, Italia, los EEUU, Europa y Sudamérica proyectando un aura de santidad, el Padre Maciel lograba reclutar a muchos jóvenes para su Cruzada de Cristo Rey. Su alta misión facilitaba recaudar millones de dólares, de pobres y ricos, que creían en su noble misión.
Al autor revela lo que pasaba en la mente, corazón y actos del embaucador que el Papa Juan Pablo II llegó a llamar "eficaz ejemplo de la juventud". A través del agradable relato el lector sigue el desarrollo de la Legión y el poder y la gloria del Padre Maciel; hasta llegar al capítulo final cuando se revela parte de la podredumbre del Ilusionista que engañó a muchos corazones destruyendo su salud espiritual, mental, religiosa, física y sexual. El libro de Alejandro Espinosa toca la alarma, aconseja cautela frente a personajes encantadores, líderes carismáticos y todos los que se tildan de santos y "hombres de Dios". Nos enseña que muchas veces "las apariencias engañan" y que "no todo lo que brilla es oro". El verdadero Fundador aconsejaba: "Ojo con los que se visten con piel de oveja pero que en realidad son..."
