Jesús, entrenador para la vida: Aprenda de lo mejor

Jesús, entrenador para la vida: Aprenda de lo mejor

by Laurie Beth Jones
Jesús, entrenador para la vida: Aprenda de lo mejor

Jesús, entrenador para la vida: Aprenda de lo mejor

by Laurie Beth Jones

eBook

$3.99 

Available on Compatible NOOK Devices and the free NOOK Apps.
WANT A NOOK?  Explore Now

Related collections and offers


Overview

Hubo una época en que sólo los atletas tenían entrenadores. Ahora, muchas personas, desde los gerentes hasta los jóvenes en riesgo están siendo "entrenados". La International Coaching Federation, que comenzó con solamente unas pocas personas, hoy tiene más de 5.000 miembros, y más de 150.000 personas se llaman a sí mismas "Entrenadores para la vida". Los beneficios del entrenamiento han sido bien documentados, pero tener el entrenador correcto es crítico.

Jesús tuvo solamente tres años para entrenar a los discípulos, pero en ese tiempo él se las arregló para cambiar a ese grupo de pelagatos en "máquinas de mercadeo eficientes y limpias". Dividido en cuatro secciones críticas: enfoque, balance, productividad y cumplimiento, Jesús, entrenador de la vida presenta un programa de entrenamiento basado en la fe, con Jesús como modelo. Investigando a fondo los principios que Jesús usó para transformar a aquellos a su alrededor, este libro ofrece estrategias probadas y numerosas aplicaciones para los entrenadores modernos.


Product Details

ISBN-13: 9780718024505
Publisher: Grupo Nelson
Publication date: 04/08/2014
Sold by: HarperCollins Publishing
Format: eBook
Pages: 256
File size: 823 KB
Language: Spanish

About the Author

Laurie Beth Jones, author of the national bestsellers Jesus, CEO; The Path; and Jesus in Blue Jeans,
is a highly acclaimed speaker and consultant who conducts seminars
worldwide. She is also the founder of the Jesus, CEO Foundation, a
non-profit organization with a mission to "recognize, promote, and
inspire the divine connection in all of us." She divides her time
between offices in California and a horse ranch in Texas.

Read an Excerpt

Jesús Entrenador Para la Vida

Aprenda del Mejor


By Laurie Beth Jones, Eugenio Orellana

Grupo Nelson

Copyright © 2004 Editorial Caribe, Inc.
All rights reserved.
ISBN: 978-0-7180-2450-5



CHAPTER 1

ENFOQUE


Hace poco, mi amigo Joe Mathews me contó una conmovedora historia. Al mejor amigo de su esposa le diagnosticaron cáncer terminal dándole un corto tiempo de vida. Joe me dijo que había visto con asombro cómo Dan y su esposa, Christine, empezaron a vivir cada día con tremenda claridad y amor. Cuando el fin estaba cerca, Joe se armó de valor para hacerle a Christine esta pregunta: «¿Qué se siente vivir cada día sabiendo que te estás muriendo?» Ella le contestó con otra pregunta: «¿Joe, qué se siente vivir cada día pretendiendo que tú no eres el que se va a morir?»

Una de las más categóricas preguntas para lograr un buen enfoque es preguntarse a uno mismo: «¿Qué haría si se me diagnosticara que no tengo más de seis meses de vida?» Seguramente eso lo llevaría de inmediato a reorganizar sus prioridades.

El enfoque es el principio del poder.

El año pasado hablé por teléfono con un cliente a quien he venido dando instrucción. Empresario de mucho éxito, tenía una idea vaga de lo que quería y necesitaba hacer en su vida para alcanzar un nivel más alto. Me dijo que había leído The Path pero no contestó las preguntas. Su primera asignación fue mandarlo a escribir sus respuestas a las preguntas. Al escribir su visión específica, se le hizo claro lo que quería crear y experimentar en su vida.

Recientemente me volví a contactar con él y lo encontré riendo lleno de felicidad. Todo lo que escribió en su visión desde nuestra comunicación anterior se había hecho realidad, no en tres años sino en noventa días. Me dijo: «Tan pronto como se me hizo claro eso de la visión, ¡guam! Todo empezó a ocurrir tan rápido. Ahora usted necesita escribir el siguiente libro que me diga qué hacer cuando mi visión empieza a hacerse realidad, todo a la misma vez». Nos reímos sobre el dilema del pescador que siguió las instrucciones de Jesús en cuanto a echar la red al otro lado de la barca y atrapó tal cantidad de peces que las redes parecían romperse.

Una pesca como aquella está esperando por usted, también. ¿Está listo?

Cuando Jesús, su entrenador personal lo mire, le va a hacer solo una pregunta: «¿Qué quieres que te haga?» Esa es la pregunta que vez tras vez hizo durante su ministerio, fuera a un soldado romano, desesperado ante la grave enfermedad de un siervo suyo, o a una mujer sufriendo de hemorragia por doce años. «¿Qué quieres que te haga?»

Jesús le está pidiendo que se concentre. Todo el poder está aquí. Toda la buena voluntad está aquí. Ahora mismo, la determinación está aquí.

Usted tiene que decidir lo que quiere ser en este mundo.

Los siguientes capítulos están orientados a ayudarle a que se concentre. A ayudarle a que de una pequeña luz que ilumina un pequeño espacio llegue a ser un rayo laser lo suficientemente poderoso como para cortar el acero.


Con Jesús como el entrenador para la vida, a usted ...

Le robarán La tienda

* * *

Ahora vemos por espejo, oscuramente ... Mas entonces veremos cara a cara. –1 Corintios 13.12


Recientemente tuve el placer de oír a Ray Anderson, fundador de un molino textil en Georgia llamado Interface, hablando a un grupo de líderes empresariales en Santa Fe. En esa ocasión, contó la siguiente historia.

Un día, Sherlock Holmes y su asistente, Watson, salieron a acampar. En medio de la noche, Sherlock se despertó, se volvió y preguntó a Watson: «¿Qué ves, mi querido Watson?» Watson respondió: «Veo la estrella polar, la cual nos ha guiado hasta aquí. Más allá veo la Osa Mayor y la cola de Orión. También puedo distinguir los límites de la Vía Láctea y sé que hay muchos universos expandiéndose más allá».

Watson iba a continuar su extasiada explicación cuando Sherlock le dio un codazo y le dijo: «Watson, imbécil, ¡nos han robado la tienda!»

La audiencia prorrumpió en carcajadas al hacerse evidentes una serie de aplicaciones de la vida real de esta historia. Mientras Watson se extasiaba describiendo la belleza del universo que veía sobre ellos, el detective Holmes estaba pensando en que les era posible ver el cielo estrellado debido a que alguien les había robado la tienda bajo la cual dormían.

En cierta ocasión, Jesús se describió como «un ladrón en la noche». Me gusta la idea de venir a robarnos la tienda, la tienda de nuestra limitada perspectiva, la tienda de nuestro entendimiento frágil y dividido, la tienda que creemos que nos está dando seguridad pero que en realidad nos está impidiendo ver el universo.

Como niños amontonados en una tienda, hablamos entre nosotros a la luz de nuestras pequeñas linternas y nos consideramos tremendos aventureros sin que ni siquiera hubiéramos salidos del patio de la casa.

En Jesus in Blue Jeans escribí un capítulo sobre la impaciencia de Dios con la gente «dura de entendimiento». La obstinación es la prima hermana de la arrogancia y siempre antes de la caída se encuentra el orgullo. Cuando creemos que lo sabemos todo, cuando rehusamos intentar hacer las cosas de una manera diferente, cuando estamos decididos a ser inflexibles e ignorantes, estamos condenados al fracaso.

Hace algún tiempo, hice una fiesta de cumpleaños para una amiga. Cuando una de las invitadas llegó, pidió disculpas por llegar un poco tarde debido a que le había costado encontrar sus anteojos. Se rió y dijo: «Finalmente, agarré los primeros que encontré. Creo que son de mi madre». Todos nos reímos mientras describía lo difícil que fue conducir su automóvil mirando a través de los anteojos de otra persona.

¡Con cuánta frecuencia usamos los anteojos de nuestros padres cuando vamos en un viaje y no usamos «ojos nuevos» para ver el mundo! Constantemente me estoy maravillando y consternando por la frecuencia con que repetimos los patrones negativos de nuestros padres. Supongo que así es como se crea la cultura. Y que así es como se declina también.

Si solo abriéramos los ojos a nuevas formas de relacionarnos, ver y hacer. Si solo nos concentráramos —no en la tienda que nos han robado— sino en nuestra repentina admiración al ver el universo. Cuídese usted que desea crecer.

Jesús le va a robar su tienda.


Preguntas

1. ¿En qué aspectos de su vida está usando los anteojos de su madre o padre?

2. ¿Cuán grande es su tienda?

3. ¿Cuán limitante es?

4. ¿Cuál es el valor de este tipo de «robo» acerca del cual hablamos en este capítulo?


Querido Señor:

Gracias por robarme la tienda de mi pequeña mentalidad y pensamiento tan limitado. Ayúdame a darme cuenta que no he perdido nada, sino que he ganado mucho cuando me despojas de mis tan confortables limitaciones. Amén.


Con Jesús como el entrenador para la vida, a usted ...

Practicará el Abandono planeado

* * *

María ha escogido la buena parte.

–Lucas 10.42


Frances Hesselbein es presidenta de la Fundación Drucker y ex jefa ejecutiva de las Niñas Exploradoras [Girl Scouts] de los Estados Unidos. Comenzó su trabajo como líder de tropa voluntaria y se comprometió a defender los valores fundamentales de las Niñas Exploradoras mientras reconfirmaba la organización a su compromiso de misión de «ayudar a las jovencitas a alcanzar su más alto potencial».

Decidió que cualquier niña en los Estados Unidos debería poder usar el uniforme de las Niñas Exploradoras, fuera miembro de los indios navajos, vietnamita o de las áreas rurales. También decidió que la organización tenía que ser más relevante. Las niñas no necesitaban tanto prepararse para el matrimonio como en matemáticas y tenían que estar preparadas no solo para trabajar en la cocina sino también para evitar los embarazos en la adolescencia.

Hesselbein comenzó una implacable campaña para concentrar el enfoque y ampliar el alcance. Durante el desempeño de su cargo en las Niñas Exploradoras llevó la membresía de un millón de niñas a más de dos millones, con 780 mil adultos voluntarios. Sus logros fueron conocidos por nada menos que Peter Drucker, el hombre a quien muchos consideran el padre de la organización moderna. Drucker reclutó a Hesselbein para echar a andar y dirigir la Fundación Drucker, que está dedicada a ayudar a organizaciones no lucrativas a operar más eficientemente.

Hesselbein se autodenominó porrista jefe de los principios de Drucker. Un principio que cita con frecuencia en su libro Hesselbein on Leadership es el del «abandono planeado». Dice: «Si vamos a mantenernos enfocados en nuestra misión, como debe ser si vamos a ser relevantes en una época indeterminada, entonces abandonar aquellas cosas que no fomentan nuestra misión es un imperativo del liderazgo».

Hesselbein está en buena compañía. Jim Collins, autor de Built to Last y Good to Great, escribe sobre ella. Dice que Frances sigue tres pruebas básicas de misión, entendiendo que hacer bien no significa hacerlo todo bien. Según Collins, las tres pruebas básicas de misión son: «Primero, la oportunidad debe calzar exactamente en medio de la misión de la organización. Segundo, la empresa debe tener la capacidad de ejecutar la oportunidad mejor que cualquier otra organización. Y tercero, la oportunidad debe tener sentido en el contexto del motor económico y los recursos de la organización».

El abandono planeado significa aprender cómo y cuándo decir no, tanto como cultivar esa disciplina. Debido a que vivimos en días y en una época en los que las oportunidades son interminables, y «acres de diamantes» yacen por doquiera a nuestros pies, necesitamos ser capaces de entender qué tomar y qué dejar.

Jesús entendió esto y lo demostró cuando dejó a un lado el martillo en la carpintería y tomó su cayado. El trabajo de carpintero fue algo que hizo muy bien, pero había algo más elevado y más singular que podía hacer mejor que cualquier otro. Se lanzó, entonces, a esa «ocupación» y el mundo nunca volvió a ser igual.

Debido a que un propósito de mi trabajo es que las personas encuentren y vivan su llamado divino, aconsejo a aquellas con las más variadas experiencias de vida que se esfuercen para alcanzar y asir «el supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús» (Filipenses 3.14). Invariablemente, los desafíos que enfrentan no se deben a falta de oportunidades sino a la multiplicidad de alternativas.

Tener tantas alternativas puede ser tan paralizante como tener unas pocas o ninguna. He visto a una señora renunciar a su cargo de presidenta de la junta directiva de una iglesia solo para llegar a ser una entrenadora congregacional para toda la región. He visto a un alto ejecutivo renunciar a la oportunidad de ser presidente nacional de su asociación comercial para profundizar en las raíces de su organización y solidificar su éxito creciente. He visto a un conferenciante patólogo entregar su práctica a sus amigos y asociados para poder dedicarse a establecer iglesias y a trabajar en su crecimiento. He visto a un hombre luchar con la decisión en cuanto a si llegar a ser un diácono vitalicio de su iglesia o dedicar más tiempo a su familia. Cada decisión fue agonizante porque eso significaba abandonar a unos, decepcionar a otros, dejar un boquete en el ministerio. Pero las decisiones se hicieron y de alguna manera los vacíos se llenaron.

Como alguien cuya misión comprende las palabras conexión divina, he tenido que luchar con decisiones que han significado cortar vínculos con otros. Cada vez que he tenido que hacer una decisión que ha significado dejar a alguien atrás, he recordado algo. ¿Qué haría si solo tuviera seis meses de vida? Esa pregunta siempre alivia y activa algunos abandonos planeados de proyectos y tareas que otros podrían hacer. Abandonar a Dios significa abandonar la felicidad. Y eso es digno de planearse.

Quiero aquí decir una palabra sobre el abandono falso. Quizás usted se sienta tan confundido como yo cuando oigo de un político que ha sido sorprendido en un escándalo o que está perdiendo popularidad en las encuestas, diciendo que quiere volver a casa para «pasar más tiempo con su familia». Esa no es una decisión planeada sino forzada porque la ruta de su decisión ya no está más abierta para él. Hay una diferencia.

Abandono planeado no significa salirse de algo que es difícil o que no está funcionando. Abandono planeado significa escoger entre lo bueno y lo mejor. Abandono planeado significa que usted es capaz de decir no a todos esos resplandores y saber cuál es el brillo que vale. Una vez que entienda la diferencia, estará en el camino de la realización.

Me gusta esta historia:

Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada (Lucas 10.38-42).


Cuando María decidió dejar los deberes de la cocina en favor de oír a Jesús, recibió alabanzas por su abandono planeado. Decidió hacer menos cosas para escoger la mejor parte.

Jesús practicó el abandono planeado.


Preguntas

1. ¿Qué oportunidades le están actualmente confundiendo? Mencione algunas decisiones específicas que está enfrentando.

2. ¿Cuáles de estas puede hacer mejor que casi cualquier otro?

3. ¿Cuál encaja mejor con su misión personal?

4. ¿Cuál está en contexto con su motor económico y sus recursos?

5. ¿Por qué usted y yo tenemos que aprender a decir que no?


Querido Señor:

Jesús pudo haber estado muy ocupado como carpintero o incluso como alguien que transforma las piedras en pan en el desierto. Pero dejó lo mundano para seguir la senda que le correspondía. Ayúdame a seguir la senda que me corresponde a mí. Amén.


Con Jesús como el entrenador para la vida, a usted ...

Mantendrá Su enfoque

* * *

Tus ojos miren lo recto, y diríjanse tus Párpados hacia lo que tienen delante.

–Proverbios 4.25


Eran los comienzos de mi carrera, cuando mis libros eran poco conocidos. Me encontraba de pie ante el carrousel de equipaje en el aeropuerto de Minneapolis acompañada por mi escolta de prensa. Mirábamos cómo pasaban ante nuestros ojos cientos de maletas de todos tamaños y apariencias.

Le pregunté cómo había conseguido ese trabajo. Y me contestó: «Solo lo hago de vez en cuando. Mis compañeros se acaparan a los grandes autores y a los demás me los dejan a mí». Esto me permitió darme cuenta dónde me encontraba yo en el esquema de las cosas.

De ahí nos fuimos a una estación de televisión por cable que sin duda había visto días mejores. Unos muchachos, integrantes de una banda, desempacaban un juego de tambores en el estacionamiento, retirándolos cuidadosamente de una camioneta color gris. Pensé: ¡Qué extraño! ¿Qué será todo esto?

Al entrar al edificio, recibí el saludo de bienvenida de una señora que aparentemente resultó ser no solo la que daba la bienvenida, sino también la que me entrevistaría. Y también la que manejaba la cámara. Me llevó al estudio, me hizo sentarme en uno de los taburetes que había frente a la cámara, y me dijo: «Me llamo Rita. Le voy a hacer una pregunta con la cámara dirigida hacia mí. Luego me voy a levantar y voy a girar la cámara hacia donde está usted, y entonces me va a contestar la pregunta ¿okey?» Yo le dije: «¡Okey! Creo que puedo hacerlo». Y empezamos.

Me resultó un poco difícil concentrarme cuando mi entrevistadora me hizo la pregunta, luego saltó y volvió la cámara hacia mí. Yo tenía que seguir mirando hacia el lugar donde supuestamente estaba ella mientras contestaba, aunque ya no estaba allí. Me las arreglé bastante bien hasta que nos hizo saltar un ruido de tambores que venía del estacionamiento. ¡Bang! ¡Crash! ¡Bang, bang, bing, bing! ¡Crash, crash, crash! La banda, cuyo turno estaba después de mí, se había puesto a practicar en el estacionamiento.

Las delgadas paredes del edificio transmitían el ruido pleno dentro del estudio. Rita se molestó tremendamente. Empezó a hacerme señas con las manos y a tratar de decirme algo mediante el lenguaje de acciones, pero para mí aquello resultó totalmente indescifrable. Como pude, seguí hablando sobre los puntos más importantes de mi libro aunque me resultó mucho más difícil seguir mirando al punto donde debería estar sentada mi entrevistadora, que se había parado, atravesado el estudio a paso decidido, abierto la puerta y gritado a todo pulmón: «¡Cállense! ¿Quieren?» Mientras tanto, yo seguía hablando de mi libro ante la cámara. Rita cerró la puerta, caminó por el estudio y se dirigió a su asiento, sin antes detenerse un momento a mover la cámara en dirección a su lugar. Y todo, como si nada anormal estuviera ocurriendo. Al hablar de un libro, como en la vida, uno tiene que aprender a mantenerse concentrado, sin importar lo que pase a su alrededor.


(Continues...)

Excerpted from Jesús Entrenador Para la Vida by Laurie Beth Jones, Eugenio Orellana. Copyright © 2004 Editorial Caribe, Inc.. Excerpted by permission of Grupo Nelson.
All rights reserved. No part of this excerpt may be reproduced or reprinted without permission in writing from the publisher.
Excerpts are provided by Dial-A-Book Inc. solely for the personal use of visitors to this web site.

Table of Contents

Contents

Introducción, ix,
Enfoque Con Jesús como el entrenador para la vida, a usted ..., 1,
Equilibrio Con Jesús como el entrenador para la vida, usted ..., 59,
Productividad Con Jesús como el entrenador para la vida, usted ..., 119,
Realización Con Jesús como el entrenador para la vida, usted ..., 185,
Pensamientos y una oración, 229,
Epílogo, 230,
Acerca de la autora, 233,
Reconocimientos, 234,

From the B&N Reads Blog

Customer Reviews