Un manual para padres cristianos: 50 estrategias para todas las etapas de la vida de tu hijo

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Overview

Con tantos consejos sobre la crianza de los hijos desde diferentes perspectivas ¿a qué le pones atención y qué ignoras? Desarrolla tu propia filosofía bíblica y utilízala para filtrar esa importante cantidad de ideas que llegan hasta ti.

En este libro aprenderás a:

  • Identificar las cualidades del carácter para abordar los problemas.
  • Crear motivación interna.
  • Transferir la responsabilidad de cambio a los hijos.
  • Enseñar a los hijos a buscar soluciones y a no convertirse en personas de queja constante.
  • Usar la creatividad para enseñar a los hijos las verdades espirituales.
  • Evitar el "cuadrilátero".
  • Visualizar un futuro positivo.
  • ¡ ¿Y mucho más!

Con estas estrategias podrás pasar de la simple modificación de la conducta a un enfoque de crianza que llegue al corazón de tus hijos. En vez de valerte de recompensas, incentivos, amenazas y castigos, aprenderás a identificar lecciones que puedas enseñarles y desarrollar de forma práctica.

Un manual para padres cristianos del Dr. Scott Turansky y Joanne Miller, fundadores del National Center for Biblical Parenting, recoge cincuenta principios sobre la crianza de los hijos con estrategias que te enseñarán a enfrentar los desafíos diarios. Cuando los padres se concentran en el corazón de los hijos, ellos aprenden a cuestionarse sobre la vida. En vez de preguntarse "¿y yo qué gano?", aprenden a preguntarse "¿qué es lo correcto?". Muy pronto notarás que este enfoque de crianza llega a lo más profundo de su corazón y provoca un cambio mayor y más duradero.

La interacción diaria que tengas con tus hijos puede influir en el resto de su vida. Con estas cincuenta estrategias dirigidas al corazón de tus hijos, podrás desarrollar tu propia filosofía bíblica sobre el tema y obtener una mejor perspectiva, mayor motivación y la seguridad de que vas en la dirección correcta. Al visualizar un futuro positivo para tus hijos, ellos empezarán a sentir esperanza y orientación, y tú también. ¡Empieza a aplicar estos principios hoy mismo!

With advice on parenting coming from several angles, what do you listen to and what do you ignore? Develop your own biblical philosophy of parenting and use it to filter the many ideas that come your way.

In this book you’ll learn how to:

  • Identify character qualities to address problems
  • Build internal motivation
  • Transfer responsibility for change to the child
  • Teach kids to be solvers instead of whiners
  • Use creativity to teach your kids spiritual truths
  • Avoid the “boxing ring”
  • Envision a positive future
  • And much more!

With these strategies you’ll be able to move from behavior modification to a heart-based approach to parenting. Instead of relying on rewards, incentives, threats, and punishment, you’ll learn how to identify heart lessons to teach your child and implement them in practical ways.

Un manual para padres cristianos by Dr. Scott Turansky and Joanne Miller, founders of the National Center for Biblical Parenting, compiles fifty parenting principles that use heart-based strategies to teach you how to face daily challenges. When parents focus on the heart, kids learn to ask different questions about life. Instead of asking, “What’s in it for me?” they learn to ask, “What’s the right thing to do?” You’ll soon see how a heart-based approach to parenting looks deeper and brings about greater, lasting change.

The daily interaction you have with your children can impact them for the rest of their lives. With these fifty heart-based strategies, you’ll develop your own biblical philosophy of parenting and gain perspective, greater motivation, and confidence that you’re moving in the right direction.


Product Details

ISBN-13: 9781602559592
Publisher: Grupo Nelson
Publication date: 02/11/2014
Pages: 240
Product dimensions: 6.00(w) x 8.70(h) x 0.70(d)
Language: Spanish

About the Author

Scott, Turansky ha sido pastor y misionero por más de 33 años y es autor de varios libros. Además de ser pastor de tiempo completo, también lleva a cabo seminarios para padres alrededor de los Estados Unidos (http: //www.effectiveparenting.org/). Él es el co-fundador del Centro Nacional para la Paternidad bíblica (www.biblicalparenting.org) y es coautor de cuatro libros.

Read an Excerpt

Un manual para padres cristianos

50 ESTRATEGIAS PARA TODAS LAS ETAPAS DE LA VIDA DE TU HIJO


By SCOTT TURANSKY, JOANNE MILLER

Grupo Nelson

Copyright © 2014 Grupo Nelson
All rights reserved.
ISBN: 978-1-60255-959-2



CHAPTER 1

Los padres a menudo se desaniman porque no pueden ser consistentes. Se sienten fracasados. Es hora de repensar algunas de las suposiciones subyacentes propuestas en muchos de los enfoques de la paternidad. De hecho, la verdad es que ...

La coherencia está sobrevalorada


«Mi mayor problema es que me siento culpable cuando no puedo ser consistente. Todos los libros sobre crianza que he leído hablan de la importancia de la consistencia, pero yo voy de acá para allá, haciendo cosas, y mi marido hace de padre de un modo diferente a mí. Me siento como si fallara porque no puedo ser consistente como me gustaría». Charlotte tiene tres hijos de once, siete y cuatro años. La mayor parte de las veces lo hace bastante bien, pero le atormenta una sensación general de culpa cuando las cosas van mal. La voz que hay dentro de ella le dice que los problemas de sus hijos desaparecerían si ella fuera más consistente, ¿pero es esa realmente la respuesta?

Todos hemos escuchado que la consistencia es la clave para una buena crianza. Pero muchos padres creen que es más importante de lo que realmente es. Si simplemente estás haciendo una modificación de la conducta, entonces la consistencia es esencial. Dar la recompensa o el castigo cada vez que ves la conducta reforzará el cambio.

La modificación de la conducta es una ciencia que comenzó a principios de 1900. Ivan Pavlov hizo algunos descubrimientos interesantes mientras trabajaba con perros. Si hacía sonar sistemáticamente una campana justo antes de alimentar a los perros, al final podía hacer que los perros salivaran solo con el sonido de la campana. Su descubrimiento de cómo motivar a un perro fue tomado por John B. Watson en la década de 1920, y comenzó a aplicar la modificación de la conducta en personas. De hecho, no pasó mucho tiempo antes de que la modificación de la conducta se convirtiera en el modo principal de ayudar a que la gente dejara de fumar, perdiera peso y lidiara con una multitud de cuestiones conductuales.

Con el tiempo, la modificación de la conducta influyó también en las clases, y los profesores lo usaron para ayudar a los niños a aprender. En la década de 1950 la modificación de la conducta se había convertido en la primera herramienta para la crianza. Dar recompensas o castigos a los niños funcionaba bastante bien para modificar su comportamiento. Y una de las cosas que los padres y profesores aprendieron fue que la clave para la modificación de la conducta es la consistencia. Cuanto más consistente seas, más rápido verás el cambio. El problema es que la modificación de la conducta adopta un pensamiento humanístico, la creencia de que las personas no son más que una forma de animal más elevada. La Biblia enseña algo muy diferente.

Dios creó a las personas diferentes de los animales. Le dio a cada uno un «corazón» espiritual, y ese corazón afecta el proceso de aprendizaje. El corazón contiene cosas como las emociones, los deseos, las convicciones y las pasiones. En resumen, el corazón es un lugar de lucha donde se toman las decisiones. Las tendencias de un niño vienen del corazón. Cuando un niño miente para librarse de un problema, esa es una cuestión del corazón. Si un hermano reacciona con ira cada vez que su hermana le molesta, también eso es una cuestión del corazón. Centrarse simplemente en la conducta puede proporcionar un cambio rápido, pero el cambio duradero tiene lugar en el corazón. No estamos diciendo que la modificación de la conducta esté mal. Solamente estamos sugiriendo que es incompleta y que, al final, le falta la profundidad para un cambio a largo plazo y duradero.

Los padres que solamente utilizan la modificación de la conducta a menudo terminarán con hijos aparentemente buenos en el exterior mientras que por dentro tendrán importantes problemas. La consistencia puede enseñar a los niños a que parezcan buenos, limpios y agradables, pero para ayudarlos a cambiar sus corazones se deben añadir al cuadro otras herramientas para la crianza. Puesto que tú crees que Dios ha creado a tus hijos con un corazón, tienes acceso a una gran cantidad adicional de herramientas de crianza.

Rhonda, al igual que Charlotte, encuentra este principio particularmente útil:

Solía sentirme culpable todo el tiempo porque no puedo ser consistente. Tengo cuatro hijos y una casa que dirigir. Siempre tengo que sacrificar la consistencia en algún área con uno o más de mis hijos para realizar mis otras tareas. Cuando me di cuenta de que la paternidad consiste en algo más que en ser consistente, eso me liberó para trabajar en objetivos más grandes para mis hijos. La trampa de la consistencia me produjo un montón de culpa. Ahora comprendo que hay mucho más en la crianza, y me sentí liberada para utilizar también otras herramientas. Continuamente estoy haciendo preguntas acerca del corazón de mis hijos, y estoy aprendiendo mucho de cómo moldear e influirles para que vayan en la dirección correcta. Veo muchos más cambios en mis hijos con este nuevo enfoque.


Si estás entrenando a perros para que saliven, entonces la consistencia es esencial. Pero tú estás tratando de criar a tus hijos. No quieres que los niños hagan lo correcto solo porque con ello obtienen una recompensa. Si lo haces, entonces los niños aprenderán a preguntar: «¿Qué obtengo yo a cambio? ¿Qué voy a conseguir si hago lo que tú dices?». En vez de eso, quieres que tus hijos cambien su corazón. Quieres que pregunten: «¿Qué es lo correcto en esta situación?». Ese cambio de pensamiento es «trabajo de corazón».

Desarrollar una filosofía bíblica y fuerte de la paternidad requiere que adoptes un enfoque más exhaustivo que se centre en el corazón. Ir más allá de la modificación de la conducta exige diferentes herramientas de crianza. Cuando te centras en el corazón, otra cualidad se vuelve incluso más importante que la consistencia: la creatividad.

El corazón es donde los niños guardan sus creencias. Es donde desarrollan los principios funcionales para la vida. Los niños aprenden a través de la experiencia, las historias, la actividad y los modelos. A veces desarrollan resistencia en sus corazones a un enfoque consistente. La misma charla de mamá o papá una y otra vez fortalece la inmunidad por medio de pautas de discusión, malas actitudes y manipulación. Además, cuando los padres solamente utilizan la modificación de la conducta, los niños tienden a querer recompensas cada vez más grandes para estar conformes.

La creatividad tiene la capacidad de traspasar la resistencia de los niños y permite que una verdad estalle con significado dentro del corazón. Los mejores maestros son aquellos que usan métodos de enseñanza creativos para comunicar sus propósitos. Ed es malo con su hermana. Su padre, Dave, está tratando de que su hijo adquiera amabilidad. A veces usa una consecuencia para corregir a Ed. Otras veces exige una disculpa o hace que su hijo practique haciendo lo correcto, pidiendo tres actos de amabilidad antes de que Ed se pueda ir. Dave también está haciendo que su hijo memorice versículos, y han tenido varias conversaciones acerca de la crueldad en el mundo de los adultos. Dave está ayudando a su hijo a desarrollar compasión por la gente, y hace poco asistieron a un evento de Special Olympics para ganar mayor empatía por aquellos que son diferentes. Dave tendrá éxito con su hijo. Tomará tiempo, pero su compromiso con la creatividad ayudará a Ed a desarrollar una mejor respuesta hacia su hermana y al final hacia el resto de personas en su vida.

Por favor, no nos malinterpretes. La consistencia es importante, especialmente cuando los niños son pequeños. Pero si piensas de forma más amplia en la crianza y adoptas la creatividad y la estrategia en tu formación, serás más eficaz moldeando los corazones de tus hijos a cualquier edad. Tu primera tarea como padre es enseñar a tus hijos, y un poco de trabajo en el departamento creativo puede marcar toda la diferencia.

Deuteronomio 11.18–20 no solo les dice a los padres que formen a sus hijos, sino que les dice cómo hacerlo. Fíjate en la creatividad diseñada por Dios. «Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos. Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes, y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas». Si examinas estos versículos, empezarás a pensar en tu hogar y en tus hijos, y en modos creativos de enseñarles.

Incluso en los tiempos del Antiguo Testamento, Dios sabía que los niños aprenden mejor a través de las experiencias vitales. Añade la creatividad a tus objetivos parentales y mejorarás diez veces tu formación. Cuando la consistencia es irrazonable, no dejes que su falta produzca culpa. Existen otros principios más importantes. Adopta un enfoque basado en el corazón para ser padre y verás cambios duraderos en tus hijos.

CHAPTER 2

Cuando te sientes como si estuvieras insistiendo en lo mismo una y otra vez y tus hijos no cambian, es importante recordar que necesitas ...

Fomentar la motivación interna


«Desearía que mis hijos pudieran hacer las cosas sin que yo tenga que empujarles en cada paso del camino. Me siento como si fuera una mezcla de sargento e inspector. Hacemos lo mismo todos los días. ¿Por qué no pueden mis hijos hacerlo por su cuenta?». Esa es una gran pregunta y un sentimiento común entre los padres. El objetivo es ayudar a que los niños se las arreglen solos, ¿pero eso ocurrirá antes de que se hagan adultos? Una madre dijo: «Me temo que mis hijos crecerán y tendrán que mudarse directamente a una vivienda de residencia asistida. Parece que no pueden hacer nada por su cuenta».

Desarrollar la motivación interna en los niños es una de las vías rápidas para empujarles hacia la madurez y a ser responsables. Por desgracia, demasiados padres utilizan motivaciones externas para hacer que sus hijos se muevan. «Si haces tus tareas, puedes salir a jugar». «Si limpias tu cuarto, podrás ver un video». Este enfoque básicamente dice: «Si haces lo que yo digo, te daré lo que tú quieres». Lamentablemente, los niños educados de esta manera a menudo desarrollan una mentalidad que se centra en la motivación externa en vez de elaborar las motivaciones internas que necesitarán para ser responsables y maduros.

Depender continuamente de las motivaciones externas se aprovecha del egoísmo del niño e intercambia una pequeña gratificación por una conducta deseada. Los niños criados con grandes dosis de motivación externa desarrollan actitudes de prepotencia, preguntando: «¿Qué gano yo con esto?».

A Dios le importa algo más que lo externo. A él le interesa el corazón. El corazón contiene las motivaciones, las emociones, las convicciones y los valores. Un enfoque de la paternidad desde el corazón va más allá. Cuando los padres se centran en el corazón, los niños aprenden a preguntar: «¿Qué es lo que hay que hacer?».

La motivación externa no está mal, solo que es incompleta. Cuando los padres utilizan un enfoque basado en el corazón, tiene lugar un cambio a más largo plazo. Los padres todavía demandan que sus hijos terminen sus deberes y limpien sus cuartos, pero el modo en que enfocan la tarea de la crianza es diferente.

En vez de simplemente conseguir que las cosas se hagan, los padres tienen los ojos puestos en otras cuestiones relacionadas con el corazón. Buscan el largo plazo y a menudo se concentran en el carácter. Es interesante ver que muchas de las malas conductas que un niño presenta se pueden reducir a unas pocas debilidades de carácter. El trabajo de la crianza se centra más a medida que los padres son capaces de fijar cualidades específicas del corazón y de reclamar cambios que se ajusten a los patrones que sus hijos han desarrollado.

Muchos niños no están preparados del todo para cambiar a nivel de corazón, así que los padres deben ser estratégicos. A veces eso significa más relación para ablandar el corazón, y otras veces requiere crear una «mini crisis » que muestre a los niños que el modo en que están viviendo no va a ir bien.

Un acercamiento a la paternidad desde el corazón a menudo comparte valores y razones detrás de las reglas. Requiere más discusión con los chicos, ayudándoles a comprender que sus corazones son reticentes y que necesitan desarrollar la cooperación. Un enfoque desde el corazón es firme, pero también relacional. Es una mentalidad diferente para algunos padres y aborda la interacción de la vida familiar de una forma diferente. En vez de simplemente hacer que se limpie el cuarto y se coloquen los platos, los padres están más interesados en desarrollar el carácter, los valores y las convicciones.

Cuando pienses en tus hijos, recuerda las palabras que Dios le dijo a Samuel cuando este pensó que Eliab debía ser el siguiente rey: «El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón» (1 Samuel 16.7). Ese fue un cambio de paradigma para Samuel y uno que muchos padres también necesitan.

Por desgracia, no puedes forzar a los niños para que cambien sus corazones. Pero puedes hacer muchas cosas para motivarlos en la dirección correcta. Hemos identificado varias herramientas que, cuando se usan adecuadamente, dirigen el corazón. Muchas de ellas se comparten en los capítulos de este libro. He aquí unas cuantas sugerencias para que empieces a alcanzar el corazón de tus hijos.

Usa la pena en vez de la ira en el proceso de la disciplina. Ann lo ilustra bien. Salió a la entrada principal de su casa para encontrarse con que su hijo de once años había tirado su bici demasiado cerca del parterre, dañando algunas de sus flores. Su primera reacción fue la ira, y empezó a imaginar qué consecuencias le impondría. Después de respirar hondo unas cuantas veces, Ann decidió un enfoque diferente. Se calmó, entró en casa, buscó a su hijo y, con una flor en la mano, le dijo: «Estoy muy triste. Me encantaba esta flor, pero tu bicicleta aterrizó sobre ella y ahora está rota». Se giró y salió del cuarto.

Poco después su hijo se le acercó y le dijo: «Mamá, siento lo de las flores. Sé que son importantes para ti. Tendré más cuidado con mi bici la próxima vez». La mamá estaba sorprendida. Normalmente su hijo se prepararía para su ira y empezaría a justificarse inmediatamente. Ann estaba complacida de que esta vez hubiera sido más sensible.

Los padres que hacen un mal uso de esta técnica a menudo acaban echando una carga de culpabilidad sobre sus hijos. La clave es ser auténtico. Si tú, como padre, dejas a un lado la ira por un momento, verás que realmente estás triste por lo que tu hijo ha hecho, porque conoces las consecuencias a largo plazo de tal comportamiento. Refléjalo de un modo amable. La pena abre puertas en las relaciones allá donde la ira construye muros.

Las Escrituras también son muy poderosas en el proceso de cambiar el corazón, porque la Biblia tiene una impresionante cualidad: la habilidad de penetrar hasta las áreas más profundas del corazón. Hebreos 4.12 dice: «Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón». No utilices la Biblia de un modo cruel. En vez de eso, revela lo que la Biblia tiene que decir acerca de ser atento, respetuoso u obediente. Hay mucha sabiduría y convicción que proviene de las Escrituras.


(Continues...)

Excerpted from Un manual para padres cristianos by SCOTT TURANSKY, JOANNE MILLER. Copyright © 2014 Grupo Nelson. Excerpted by permission of Grupo Nelson.
All rights reserved. No part of this excerpt may be reproduced or reprinted without permission in writing from the publisher.
Excerpts are provided by Dial-A-Book Inc. solely for the personal use of visitors to this web site.

Table of Contents

Contents

Introducción: desarrollando tu propia filosofía bíblica de la paternidad, xiii,
1. La coherencia está sobrevalorada, 1,
2. Fomentar la motivación interna, 5,
3. Las consecuencias no son la única respuesta, 10,
4. Identificar cualidades de carácter para tratar los problemas, 14,
5. Transferir la responsabilidad del cambio al niño, 18,
6. El lado relacional de la paternidad, 23,
7. Prevé un futuro positivo, 27,
8. Buscar momentos del corazón, 31,
9. Hacer cambios en la crianza, 35,
10. La paternidad es una inversión: piensa a largo plazo, 39,
11. Trabajo en equipo ... Lo mejor de cada individuo, 43,
12. Tu responsabilidad primordial, 47,
13. Señala los días buenos, 51,
14. No minimices tu poder parental porque tu compañero lo haga de forma diferente, 55,
15. Enseñar a los niños a añadir energía a la vida familiar, 59,
16. La diferencia entre tareas, problemas y conflictos, 63,
17. Se necesitan dos para discutir, pero solo uno para parar, 68,
18. Moverse de la cuestión al proceso, 72,
19. Afirmar la conducta más o menos correcta, 75,
20. No es suficiente tener razón: también quieres ser sabio, 79,
21. Utilizar la firmeza para centrarte en el carácter, 83,
22. Los niños solo admiten la presión que la relación les permite, 87,
23. La diferencia entre castigo y disciplina, 91,
24. No practiques en el supermercado: ese es el examen final, 95,
25. Prepárate para los tres escenarios de la resistencia, 99,
26. Disciplinar a los niños por separado en los conflictos entre hermanos, 103,
27. Evitar el ring de boxeo, 107,
28. Enseñar a los niños a comunicar las emociones con sabiduría, 111,
29. Dejar de hablar y empezar a actuar, 116,
30. No cedas ante la manipulación, 120,
31. Enseña a los niños el atractivo de la sabiduría, 124,
32. Usar la corrección para desafiar el corazón, 128,
33. Dar nalgadas o no dar nalgadas, 132,
34. Apoyar a otras autoridades que trabajan con tus hijos, 136,
35. Cómo orar por tus hijos, 140,
36. Un problema de ira en un niño precisa atención, 144,
37. Enseña a los niños a ser solucionadores en vez de quejicas, 149,
38. Los niños necesitan aprender a trabajar duro, 153,
39. Justo no significa igual, 157,
40. La corrección es valiosa, 160,
41. Usar la creatividad para enseñarles a tus hijos verdades espirituales, 164,
42. Cuando la cosa se ponga intensa, pide un descanso, 168,
43. Los niños que juegan al juego de la culpa pierden, 172,
44. Haz que los niños te informen, 176,
45. Utilizar la hora de la comida para construir relaciones, 180,
46. El privilegio y la responsabilidad van de la mano, 184,
47. La firmeza no precisa de dureza, 187,
48. Disciplina para las malas actitudes, 191,
49. Buenas cualidades de carácter mal usadas, 195,
50. El valor de los abuelos, 199,
Conclusión, 202,
Índice, 207,
Acerca de los autores, 219,

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