Max Lucado nació en 1955 en San Angelo, Texas, y se crió en Andrews, Texas, siendo el menor de cuatro hijos. Su padre era un mecánico de campos petrolíferos de Exxon que, según recuerda Lucado, siempre olía a limpiador de grasa. "Me resulta fácil ver a un Dios amoroso y bondadoso, porque mi padre lo era", dice. Su madre era una enfermera que creció trabajando en los campos de algodón.
Lucado pasó por un período de rebelión contra los valores de sus padres y su Dios durante su adolescencia y hasta la universidad. Pero no pasó mucho tiempo antes de que se sintiera atraído por sus raíces, por Dios. Se casó, pasó un tiempo sirviendo como misionero en Brasil, y regresó a los Estados Unidos, donde comenzó a trabajar como ministro de la iglesia y a escribir en el lado.
El secreto del éxito
Por lo que dicen, Max Lucado no es un hombre consumido por las ventas, los premios y los logros. A menudo rechaza las entrevistas con los medios de comunicación porque le impiden cumplir con sus compromisos familiares y ministeriales. Pasa la mayor parte de su semana sirviendo como ministro principal en la Iglesia Oak Hills de San Antonio, Texas. Y está realmente sorprendido por su propio éxito, más impresionado por su esposa y sus tres increíbles hijas que por su exitosa carrera de escritor.
Max Lucado was born in 1955 in San Angelo, Texas, and raised in Andrews, Texas, the youngest of four children. His father was an Exxon oil field mechanic who, Lucado remembers, always smelled of grease cleaner. "It makes it easy for me to see a God who is loving and kindbecause my dad was," he says. His mother was a nurse who grew up working in the cotton fields.
Lucado went through a period of rebellion against his parents' values and their God during his teens and into college. But it wasn't long before he found himself drawn back to his roots, back to God. He married, spent time serving as a missionary in Brazil, and returned to the States, where he began working as a church minister and writing on the side.
Secret to Success
From all accounts, Max Lucado is not a man consumed by sales, awards, and achievements. He often turns down media interviews since they impede on family and ministry commitments. He spends the bulk of his week serving as senior minister at Oak Hills Church in San Antonio, Texas. And he is truly surprised by his own successmore impressed by his one-in-a-million wife and three amazing daughters than by his successful writing career.