Cuando todos los dedos te señalan, rendirse no es una opción. Tess proviene de una familia de campesinos en el empobrecido Wessex. Un día recibe la noticia de que su apellido pertenece a una estirpe de nobles normandos. Al enterarse, sus padres la presionan para que se introduzca en los círculos aristócratas y obtener beneficio, algo a lo que Tess se niega. Pero el poder de la aristocracia caerá sobre ella con hostilidad y repugnancia y la sociedad no tardará en condenarla por el mero hecho de ser mujer. Tess decide entonces convertirse en dueña de su futuro y luchar contra todas las adversidades.