El autor del libro narra con lujo de detalles el llamado de Dios desde su tierna edad cuando apenas tenía seis años; su tío David quien se desempeña como Superior del convento, le cultiva este llamado de Dios llevándolo al seminario al cumplir sus nueve años, para prepararlo como misionero, porque discierne claramente que en este niño, Delio, hay vocación religiosa, Delio hace y termina sus estudios de bachillerato en Medellín Colombia, y para hacer su teología, filosofía y letras lo envían a Europa; Francia (Saint Maurice L’Exille, Lion), y luego más tarde a Italia (Mónaco) donde se recibe como misionero y es designado al continente Africano (Congo) para cumplir y desempeñarse en su llamado de Misionero. Sin haber una causa seria que lo lleve a abortar su ordenación religiosa, en esa circunstancia y momento preciso cuando recibe sus hábitos y confirmación al servicio de Dios, se le manifiesta el dilema más serio y cruel que lo llevará a un cambio radical de 180 grados; cuando Delio Recibe su ordenación y hace sus votos de pobreza, castidad y obediencia, y es revestido con las investiduras religiosas, es invadido de una soledad espiritual terrible, apoderándose de él el pánico de la muerte. Cuando sus Superiores lo observan, se dieron cuenta de inmediato, el cambio radical y el cuadro Psicológico manifestado en el rostro del Joven misionero… ¡Qué te sucede hijo!...!Tu rostro está demudado!... ¡Mira como votas chorros de sudor!...!Qué te está ocurriendo!.. Delio… Con sus ojos fijos en su Superior Alemán…Solo le hizo una pregunta como respuesta a la interrogación de su Superior…