Hace miles de años, un vampiro y una bruja mezclaron su sangre dándosela a beber a bebés humanos que les otorgó los sentidos inigualables del vampiro y los poderes mágicos de la bruja, creando una raza nueva de inmortales: los Gansmos.
A medida que la raza fue evolucionando, los Gansmos se hicieron más poderosos. Cuando creían que era imposible poder destruirlos, apareció el efecto de La Lágrima que era fatídico para los Gansmos, que se veían reducidos a simples humanos cuando el amuleto ejercía su poder sobre ellos.
Los Gansmos estaban casi acabados cuando sucedió... una humana alumbró un pequeño varón mitad gansmo, mitad humano llamado Alex Maxgrim, al que no le afectaba el poder de La Lágrima, convirtiéndole de ese modo en el ser más poderosos que jamás hubo existido.
Tesa es una joven humana, o eso piensa ella, que de pronto se ve involucrada en una guerra que no le importa, en un mundo que jamás pensó que existía, y en un amor por el que está dispuesta a darlo todo, absolutamente todo, sin restricciones. Alex pensaba que ya no tenía oportunidad de ser feliz, de amar, de enamorarse, pero cuando le envían a proteger a la futura gansma que será tan poderosa como él mismo, se encuentra con la mujer que el universo le eligió.
Las guerras por el control del universo son feroces, las batallas para atrapar a Tesa sanguinarias, pero de qué sirven las guerras, las batallas sangrientas si el único modo de conseguirla es conquistando su corazón.
