Trata de la vida de Andreína, quien ha vivido todo tipo de situaciones -positivas o no- y que ha tendido a aferrarse a ellas. Aun cuando comprende que la vida es un cambio permanente, muchas veces ha quedado atrapada en sentimientos que no le han permitido seguir avanzando y disfrutar de la vida.
A la edad de 58 años, debido a una serie de acontecimientos propios y externos, se da cuenta de que hacer cambios es imperante y que tardarse más en hacerlos es irresponsable.
En el transcurso de la obra, ella se convierte en su propio observador y comprende que el modo en que miraba las cosas tenía cierta relación con lo que le pasaba.
Asimismo, comprende que lo que concibe, si se hace con la claridad, la confianza y la persistencia necesarias, se logra con el paso del tiempo, y que para hacerlo era prioritario dejar de concebir miedos, para lo cual era una experta, al igual que para producir preocupaciones, porque cuando los concebía lo que hacía era crear justo lo que no quería para ella.
También aprende, durante el periplo que vive en seis meses entre la muerte de su madre, la situación de su país y el reencuentro de sí misma, que la realidad -aunque involucre a otros- es para quien la crea, y que asumirla era una oportunidad porque, aunque no podía elegir las circunstancias que le tocan vivir, siempre tendría el poder de decidir la relación que quiere tener con ellas.
Finalmente, Andreína comprende que cada día no es un día más, es el único gran día.
Trata de la vida de Andreína, quien ha vivido todo tipo de situaciones -positivas o no- y que ha tendido a aferrarse a ellas. Aun cuando comprende que la vida es un cambio permanente, muchas veces ha quedado atrapada en sentimientos que no le han permitido seguir avanzando y disfrutar de la vida.
A la edad de 58 años, debido a una serie de acontecimientos propios y externos, se da cuenta de que hacer cambios es imperante y que tardarse más en hacerlos es irresponsable.
En el transcurso de la obra, ella se convierte en su propio observador y comprende que el modo en que miraba las cosas tenía cierta relación con lo que le pasaba.
Asimismo, comprende que lo que concibe, si se hace con la claridad, la confianza y la persistencia necesarias, se logra con el paso del tiempo, y que para hacerlo era prioritario dejar de concebir miedos, para lo cual era una experta, al igual que para producir preocupaciones, porque cuando los concebía lo que hacía era crear justo lo que no quería para ella.
También aprende, durante el periplo que vive en seis meses entre la muerte de su madre, la situación de su país y el reencuentro de sí misma, que la realidad -aunque involucre a otros- es para quien la crea, y que asumirla era una oportunidad porque, aunque no podía elegir las circunstancias que le tocan vivir, siempre tendría el poder de decidir la relación que quiere tener con ellas.
Finalmente, Andreína comprende que cada día no es un día más, es el único gran día.
Cada Día No Es Un Día Más
Cada Día No Es Un Día Más
Product Details
BN ID: | 2940156050994 |
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Publisher: | Ariam Eregu |
Publication date: | 03/28/2019 |
Sold by: | Smashwords |
Format: | eBook |
File size: | 649 KB |
Language: | Spanish |