Amor, pasión y deseo en esta nueva novela de Olga Hermon.
Hay una verdad irrefutable: crecer duele.
También existe un principio básico: ten cuidado con lo que prometes.
Lady Marianne Saint James McGregor, tuvo que abandonar todo lo que conocía y amaba para dar cumplimiento a la última voluntad de su padre de viajar a Londres, donde habría de iniciar una nueva vida al cobijo de su mejor amigo: Alexander Blackheart, Conde de Hardrock, quien a partir de ese momento será su tutor, y por quien ella guarda un cariño muy especial.
Alexander jamás se imaginó que una promesa hecha doce años atrás, habría de obligarlo a cambiar su disoluto estilo de vida para hacerse cargo de la pequeña Marianne, a la que dejó de ver hace algunos años. Tendrá que poner freno a sus jolgorios por lo menos hasta encontrarle un partido merecedor de su marquesado y fortuna, tal y como lo dispuso el padre de la joven antes de morir.
Para estos dos seres unidos por el infortunio, las cosas no serán nada fáciles, aunque la voluntad, el honor y las buenas costumbres prevalezcan en el entorno.
A finales del siglo XVIII, en la ciudad de Londres, cuando el hombre aún arrastra con la carga social orquestada por la Corona y la Iglesia, y las mujeres inician una lucha a muerte por ser escuchadas, Marianne y Alexander habrán de coincidir para replantearse su propio destino.
Amor, pasión y deseo en esta nueva novela de Olga Hermon.
Hay una verdad irrefutable: crecer duele.
También existe un principio básico: ten cuidado con lo que prometes.
Lady Marianne Saint James McGregor, tuvo que abandonar todo lo que conocía y amaba para dar cumplimiento a la última voluntad de su padre de viajar a Londres, donde habría de iniciar una nueva vida al cobijo de su mejor amigo: Alexander Blackheart, Conde de Hardrock, quien a partir de ese momento será su tutor, y por quien ella guarda un cariño muy especial.
Alexander jamás se imaginó que una promesa hecha doce años atrás, habría de obligarlo a cambiar su disoluto estilo de vida para hacerse cargo de la pequeña Marianne, a la que dejó de ver hace algunos años. Tendrá que poner freno a sus jolgorios por lo menos hasta encontrarle un partido merecedor de su marquesado y fortuna, tal y como lo dispuso el padre de la joven antes de morir.
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A finales del siglo XVIII, en la ciudad de Londres, cuando el hombre aún arrastra con la carga social orquestada por la Corona y la Iglesia, y las mujeres inician una lucha a muerte por ser escuchadas, Marianne y Alexander habrán de coincidir para replantearse su propio destino.
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