Una trama muy negra, perfectamente trabada, que golpea al ámbito literario y editorial que se reúne en la idílica Ciutadella, una pareja de policías atípicos y cercanos que ha deslumbrado al público, giros inesperados y un ritmo cinematográfico que mantiene el suspense hasta el final, forman una combinación perfecta en esta nueva y brillante entrega en la que María Médem, tras reponerse de la muerte de su suegra y de la separación de su marido, se verá sometida a una batalla tan encarnizada como cruel e inesperada, la relativa a la custodia de su hijo Hugo y la incómoda presencia de la espectacular oficial de policía Alma Feijó. Y es en segunda parte donde se descubre a un Roberto Rial desconocido, que lejos de ser el impecable y obsesivo investigador de homicidios, tiene que cruzar la línea de la legalidad para poder seguir respirando.